domingo, 22 de marzo de 2009

Recuerdos de Plinio el viejo

Otro dia, noche, ciudad indiferente, mi amigo, grande, joven -como yo solía serlo- mira hipnotizado los cascos negros, las varas implacables.
Yo lo miro a él y pienso en Plinio, y en su necesidad de mirar, de descublir y ser parte de la historia.

La manifestación nos encontró en Via Laietana, charlando, haciendo broma y de pronto como su de una ópera wagneriana se tratara, la policía, gritos, un cristal quebrado, sangre y una periodista que se encierra en su coche de la emisora.
Mi fiel compañero de batallas no es capaz de correr de huir del peligro, necesita ver.
Ser parte de alguna manera más visceral...

Yo, a mis años, no puedo más que perecer en la angustia de mirar como el Vesuvio estalla ante nosotros...
hay cosas que no cambian....los antiavalots i la memòria de Plini

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